Medallas para la Historia

Trátase, Señora, de la creación de un Instituto de segunda enseñanza en esta capital, que más que en ninguna otra provincia hace suma falta en esta de Extremadura por sus circunstancias particulares de atraso y aislamientos”. Escrito de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz a Isabel II, 1844.

En Sánchez Pascua, F.: El Instituto de Segunda Enseñanza de Badajoz en el siglo XIX, 1985, p. 21.
CEE Participación Educativa, 9, noviembre 2008, pp. 120-130 121
PATRIMONIO EN LA ESCUELA. IES Bárbara de Braganza. Badajoz

Fátima Murciano Rubia

Presidenta de la Fundación Juan Uña.

En esta entrada hablaré de pedagogía con mayúsculas, de la Historia de una Extremadura que avanzó, como únicamente avanzan los pueblos, gracias a la educación de sus niños y niñas de sus ciudadanos y ciudadanas. La libertad que hay que dar a los pueblos es la cultura y sin educación no hay progreso.

En estos días se ha generado polémica en relación a la concesión de Medalla de Extremadura a un IES de Badajoz y no a otro, una polémica que ha llevado al Presidente de la Junta de Extremadura a rectificar, pero que ha hecho también que los extremeños conozcan una parte de nuestra historia que para muchos era desconocida. Las Medallas que se concederán, han puesto en valor a todos los docentes extremeños y también a aquellas primeras mujeres extremeñas que tuvieron la valentía de matricularse en enseñanzas medias y conseguir los primeros títulos de Bachillerato.

En mi opinión , Nuestra Historia de la Educación es realmente la que recibe las medallas y las recogen en representación de todos los ciudadanos y docentes extremeños los representantes máximos del IES Barbara de Braganza y del IES Zurbarán , ambos herederos históricos del primer Instituto Provincial de Badajoz. Porque parte de ese progreso de nuestra Extremadura, fue gracias al Instituto Provincial de Badajoz cuyo origen es común al de la mayoría de los considerados “institutos históricos”: su nacimiento se inscribe en el periodo que va de 1845 a 1854, generalmente denominado “década moderada” del reinado de Isabel II; aunque ya anteriormente se habían fundado institutos –así los de Cáceres, Córdoba o Ciudad Real, que recibían alumnos de Badajoz –, la mayoría de los historiadores que se han ocupado de la segunda enseñanza en el siglo XIX reconocen el impulso que el Plan de Estudios de 1845 –Plan Pidal– dio a la creación de institutos en cada una de las capitales de provincia.

La petición de crear un Instituto de Segunda Enseñanza partió de la Sociedad Económica de Amigos del País, una de las instituciones culturales más importantes de la ciudad en la primera mitad del XIX y de ahí, la cita con la que inicio esta entrada.

El pasado 2020 la Fundación Juan Uña , única Fundación Educativa de Extremadura de 22 años de existencia y reconocido prestigio, presentaba la candidatura conjunta de los dos institutos herederos del Provincial, en el año en que se cumplía el 175 aniversario de su fundación. Aunque esta candidatura fue presentada en tiempo y forma y admitida a trámite con gran número de adhesiones de ciudadanos extremeños, desconocemos los motivos por los que la Junta de Extremadura no otorgó la Medalla a ambos Institutos: IES Zurbarán e IES Bárbara de Braganza en ese momento, en el que además de cumplirse el 175 aniversario, suponía un reconocimiento al desarrollo de Extremadura a través de la Educación y al esfuerzo realizado por todos los docentes extremeños en tiempos de pandemia. Entendíamos que este aniversario debía recibir el reconocimiento de la sociedad extremeña, y de sus instituciones, y por esto presentamos dicha candidatura.

La Fundación Juan Uña desde sus inicios y como puede leerse en sus Estatutos tiene como fin principal precisamente este, «El desarrollo de Extremadura a través de la Educación» y también estos otros:

«Contribuir a que los ciudadanos de Extremadura se identifiquen con su propia realidad y se comprometan en su desarrollo»

«Promover actividades encaminadas a que Extremadura sea una Comunidad que aprende para contribuir a la mejora de sus ciudadanos»

«Promover actuaciones encaminadas al prestigio social de los docentes»

«Estudiar la Historia de la Educación en Extremadura escuela a escuela, pueblo a pueblo»….

Que la educación haya estado en vanguardia del servicio público en el invierno y la primavera del 2020 no es más que el reflejo de una vocación que, en la provincia de Badajoz, nace en el siglo XIX y hoy conmemoramos: profesorado, comunidad educativa, Fundación Juan Uña Sociedad Económica de Amigos del País y la sociedad en su conjunto.

Este año se ha vuelto a proponer la candidatura del IES Zurbarán de manera individual y no se había presentado en esta edición ni la del Bárbara de Braganza por sí sola ni de manera conjunta. Esta vez la propuesta que hizo la Sociedad Económica Amigos del País, como digo de forma individual ,para el IES Zurbarán, si se ha considerado por parte de la Junta de Extremadura , y en esta ocasión si se ha otorgado Medalla de Extremadura. Desconocemos los motivos por los que ahora si se concede, y el año pasado no y también los motivos que han llevado a la Sociedad Económica Amigos del País a presentar la candidatura de forma individual para el IES Zurbarán.

Los motivos y documentos que justificaron y motivaron la presentación de la candidatura de Fundación Juan Uña están públicos en la web de la Fundación desde junio de 2020 y muchos extremeños han podido leerlo en estos días.

La respuesta, y el estímulo que llevó a proponer esta candidatura, tiene que ver con el sentido profundo de la idea de educación en Extremadura: desde hace casi dos siglos el Instituto Provincial de Educación de Badajoz, sus herederos y todos los centros que a su amparo han cubierto el mapa de la provincia, se empeñan en un valor que este curso y el anterior ha brillado como pocos: el valor del servicio público, de la entrega a la comunidad, de la búsqueda del bien común . Hace 175 años, durante la crisis del 98, durante la Gripe mal llamada Española, durante la República y tras la Guerra Civil el Instituto -el único durante tantos años- ha sido una referencia de calidad, entrega y progreso. Y el desarrollo que aquellos viejos profesores, muchos de ellos castigados a la entonces periferia de la nación por sus ideas, la búsqueda de la felicidad de sus alumnas y alumnos han brillado en todos los momentos: también en su entrega durante los meses en los que el estado de alerta, necesario para luchar contra la pandemia , así lo han requerido. 

La Fundación se sostiene en un modelo de intervención pública de la sociedad civil en busca de una Extremadura mejor. La Fundación Juan Uña, por tanto, nace con la intención y el compromiso de cooperar con todas las instituciones y personas que participen de la voluntad de mejora de la educación en Extremadura.

Hablar del Instituto Provincial de Educación de Badajoz del que se cumplían en 2020 175 años, como protagonista de la educación de tantos extremeños y extremeñas es hablar de PEDAGOGÍA CON MAYÚSCULAS y de NUESTRA HISTORIA DE EDUCACIÓN. Es importante señalar finalmente la importancia de la incorporación de las mujeres a la educación, prolongado en uno de los dos centros herederos, siendo Juan Uña un importante defensor de la coeducación-. Juan Uña, nació en Maguilla (Badajoz) en 1839, y fallece en Madrid en 1909. Fue un extremeño ejemplar que participó en la creación de la Institución Libre de Enseñanza, trabajando activamente en la actividad educativa, en la renovación de los métodos educativos, en promover la creación de Institutos, en reformar la segunda enseñanza, en la dignificación del profesorado, en la libertad de cátedra y en la mejora de la Universidad.

Muy relevante fue su papel como impulsor de la Institución Libre de Enseñanza, clave en la historia educativa de nuestro país y auténtico modelo europeo a la altura de su tiempo, que funda como respuesta a las dificultades que encuentran aquellos que sentían el deseo de renovar la enseñanza: en 1882 será nombrado profesor y rector de esta instituciónen la que todos los docentes se miran como modelo.

Para terminar informo que en el caso de Badajoz, el Instituto creado en el siglo XIX no ha conservado el edificio que lo cobijó; su patrimonio se halla repartido, al menos, entre los Institutos Bárbara de Braganza y Zurbarán, Real Sociedad Económica de Amigos del País, Diputación Provincial, Archivo Histórico, varias bibliotecas y, quizás, Museo de Bellas
Artes.

Sería deseable que hiciéramos nuestra la pregunta que José Muntada y Andrade proponía al iniciar el curso 1861-62 :¿Quién será el que deje pasar un curso, sin haber procurado llevar a cabo un proyecto de utilidad y engrandecimiento, si quiera no sea mas que para no aparecer falto de celo, apático o indiferente?, y, así, entre todos, poner en
valor la memoria de nuestros centros.

Mi agradecimiento a todos y todas los que han contribuido en estos días al desarrollo de Extremadura a través de la educación, a que los ciudadanos de Extremadura se hayan identificado un poco mas con su propia realidad y a promover actuaciones encaminadas al prestigio social de los docentes y por supuesto a que nuestra historia educativa reciba la máxima distinción institucional de nuestra Comunidad Autónoma.

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